Mi historia
Lilas y Laurel brota de una corona y guirnaldas hecha con flores. Es un jardín donde las semillas empezaron a germinar con mucho amor, trabajo y algunas gotitas de decepción sufrida.


Soy María, su creadora.
En cada una de mis obras comparto un sentimiento, algún olor o sabor percibido, una experiencia... No pongo a la venta flores, ni vinos, o productos del mar, telas y cerámicas, sino secretos, recuerdos y sensaciones.
Esta soy yo...
Nací en A Illa de Arousa, una isla gallega situada en la provincia de Pontevedra que da nombre a la ría más grande de Galicia.
Puede parecer un tópico, pero el mar ha marcado mi existencia. Su olor está presente siempre, al igual que lo están las charlas o los paseos que he compartido con la gente que me he ido encontrando en mi vida. Esta es la primera semilla de mi jardín.
Soy una persona muy inquieta, generosa y creativa a la que no le da miedo emprender la marcha por caminos que otros nunca han transitado. La prueba de ello es que cuando llegó la hora de elegir un itinerario profesional pensé: ¿por qué seguir los pasos que han dado otros si hay tanto por descubrir? El Turismo fue mi elección. Y aquí la segunda semilla de la que más tarde partió Lilas y Laurel.
Al terminar la carrera monté mi propia agencia de viajes y más tarde una casa de turismo rural. Después de un tiempo la vendí y abrí mi segunda agencia. Durante años encadené un negocio con otro, pero siempre he trabajado de cara al público. Con y para el cliente. Luchadora, tenaz y profundamente comprometida con mi trabajo. En el momento en que no pude atender a mis clientes viajeros de la forma que yo creo que es la adecuada, dejé las agencias. La tercera semilla.



Soy muy soñadora y a la vez tenaz, así que primero sueño y luego ejecuto. Algunos verán en mí a una persona temeraria por el riesgo que asumo laboralmente pero confío en mi instinto y en mi capacidad para el trabajo.
Y llegó la cuarta semilla.
Y después la quinta: una pequeña joya en el casco histórico de Santiago de Compostela. Una casa que rehabilité con entusiasmo y mimo para crear los apartamentos turísticos Aurelia Antíca.
Y ahora vamos a por la sexta: Lilas y Laurel.
Te voy a contar una historia
Dicen que las crisis generan oportunidades. Y así ha sido en mi caso. La pausa laboral impuesta por esta terrible pandemia ha convertido una pasión (las flores) en un nuevo proyecto profesional.
Mi primera corona la creé después de visitar una cerrajería de Guimaraes (Portugal). Tenían unas piezas de hierro fundido que me encantaron y que eran perfectas para la fachada de mi agencia de viajes. Las compré y en ellas colgué mi primera corona. Fue todo un éxito porque al día siguiente había desaparecido todo.
En 20 y tantos años he ido encadenando una aventura empresarial tras otra. He luchado con mucho empeño, dedicación y compromiso. He puesto mi instinto y mi trabajo a su servicio, siempre con tesón, con entusiasmo y dando una parte muy importante de mí misma.
¿Pero cómo puede luchar una persona tan inquieta como yo contra una pandemia que la encadena a las paredes de su casa?



Soy una persona fuerte y emprendedora pero no me da miedo reconocer que, como tantos otros en esta situación, tuve que buscar ayuda y apoyarme en mi familia y en las personas cercanas. Y gracias a ellas y a mi capacidad de hacer realidad cualquier sueño, llegó Lilas y Laurel.
Tras muchos años de duro trabajo, de éxitos profesionales, de sentida dedicación llega el descanso. Impuesto, es verdad. Pero también merecido. Y siento que necesito empezar a crear una nueva historia; una bonita historia que parta de lo que más amo y he amado.
El riesgo, los sueños, mis experiencias vitales y mi entrega absoluta por todo lo que hago han hecho crecer mi jardín.
Cultiva tu generosidad contigo y con los demás, al igual que yo hago. Regálate a ti o a los tuyos un sentimiento hecho a mano para dar vida a ese rincón tan especial de tu hogar.
María